Desde la aparición de la primera batería de ion litio en los años 70, y sobre todo en estos últimos años, se ha producido un progresivo aumento de vehículos eléctricos con el fin de minimizar contaminantes de ahorrar en consumo de combustibles fósiles. Esta nueva situación no está exenta de problemas o inconvenientes: desde la dificultad de reciclaje de estas baterías hasta los riesgos de incendios derivados de sobrecargas o mal funcionamiento de estos elementos.
Respecto a este último punto y en relación directa con nuestra profesión, debemos tener en cuenta algunos puntos de interés:
- Las baterías utilizadas son generalmente de ion litio, material este que en su combustión, además de producir humos tóxicos, es muy difícil de apagar por los medios más comunes de extinción.
- En vehículos como monopatines, bicicletas, motocicletas y automóviles, pueden producirse fallos en sus sistemas eléctricos que pueden derivar en incendios. Estos incendios pueden ser muy graves si el vehículo se encuentra en recintos cerrados, como un garaje, almacén, etc.
La dificultad estriba básicamente en poder extinguir el incendio que se pueda producir. Los componentes de estas baterías hacen que sea casi imposible su extinción de manera segura, por lo que en muchos casos produce (como ya ha ocurrido) que el fuego se expanda a otros vehículos o enseres próximos.

¿Qué dice la normativa al respecto?
En estos momentos no existe normativa específica que proponga medidas “particulares” en el caso de este tipo de vehículos, tan solo la ITC-BT-52 del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión. Exige que toda la instalación eléctrica de carga de estos vehículos disponga de las secciones adecuadas a su potencia y las protecciones independientes en cuadro.
A su vez, el DB HE-6 de dotaciones mínimas para la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos no menciona medidas “extraordinarias” o especiales contra incendios para estos casos. Por otro lado, el propio CTE en su DB SI establece en la Tabla 2.1 del DB SI1 que la resistencia al fuego de zonas destinadas a aparcamiento será de EI 120, independientemente de la altura del edificio, y de R120 según la Tabla 3 del DB SI6.


¿Qué podemos hacer como arquitectos técnicos?
Es evidente que nuestro campo no es el diseño/seguridad de estos elementos, no entramos en los procesos de fabricación ni de control de calidad, por lo que nuestro campo se ciñe casi estrictamente a la prevención y a la minimización de los daños que el incendio de estas baterías y sus vehículos puedan ocasionar.
Pensemos que la peligrosidad aumenta exponencialmente cuando estos incendios se producen en lugares cerrados, como zonas de aparcamientos en sótanos, almacenes, etc., y por qué no, también en los de viviendas unifamiliares.
Por supuesto, nuestro trabajo consiste en hacer cumplir la normativa de aplicación pero, tal como se ha expuesto, en estos casos particulares es inexistente.
Podríamos aconsejar aumentar la resistencia al fuego de la envolvente donde se encuentren estos vehículos, pasando de EI/R/120 a 180, lo que no encarecería demasiado esta mejora y aumentaríamos en un 50 % el tiempo de esa resistencia al fuego tan necesaria.
Pensemos además que extinguir el fuego una vez producido es muy difícil y por tanto, una muy buena medida es el posible confinamiento del vehículo antes de la llegada de los bomberos.
También podríamos recomendar tener a mano mantas ignífugas especiales o extintores adecuados para este tipo de fuegos (Clase F-500). No conseguiremos su extinción, pero ganaremos, en estos casos, lo más importante, tiempo.
Finalmente, dotar a estos aparcamientos de detectores de humos o de calor (aunque obligatoriamente no sean necesarios) es una buena medida y nada costosa.
En definitiva, la normativa actual no refleja la realidad, en este caso, de esos incendios “especiales” y más peligrosos si cabe, por lo que nuestra misión no deja de ser poner en conocimiento a nuestros clientes y compañeros este tipo de suceso y proponer soluciones que, aunque no impidan el incendio, puedan minimizar al máximo sus consecuencias.
Paco Gozálbez
Asesoría de Reformas y Actividades
COAT Valencia