En el HE-2019 por primera vez, se indica en la normativa española la necesidad de controlar las infiltraciones de la envolvente térmica de los edificios.
Las infiltraciones es la cantidad de aire que se filtra a través de la envolvente térmica a una determinada diferencia de presión, lo que ocasiona pérdidas o ganancias de calor no previstas. Y en las edificaciones de alta eficiencia energética, como las que ahora nos obliga a ejecutar el CTE, puede ocasionar la aparición de humedades de condensación superficial o intersticial.
Para evitar todo esto, el CTE-HE-1 en su artículo 3.1.3 establece la obligatoriedad de ejecutar soluciones constructivas que aseguren una adecuada estanquidad al aire de la envolvente. En este caso, al ser las juntas más sensibles a fugas de aire, se deberá cuidar especialmente los encuentros entre los huecos de carpintería y los cerramientos, los pasos de instalaciones, las puertas a través de la envolvente, así como las puertas de paso a espacios no habitables (por ejemplo, una puerta que nos dé acceso a un garaje).
Para ello, el HE-1 establece dos parámetros de cumplimiento:
- La permeabilidad al aire de los huecos (Q100): Esto es un cumplimiento local o particular de las ventanas.
- La relación del cambio de aire de la envolvente térmica (n50): Esto es un cumplimiento general de toda la envolvente del edificio.
Permeabilidad al aire de los huecos (Q100)
Las ventanas deberán cumplir con un valor límite de permeabilidad por ellas mismas, en función de la zona climática donde esté situada la edificación.
Según UNE -12207:2017, la clasificación de la permeabilidad al aire de los huecos es:
Relación del cambio de aire de la envolvente térmica (n50):
En edificios nuevos de uso residencial privado, con una superficie útil mayor de 120 m², se limitará la relación entre la tasa de fuga de aire a 50 Pa y el volumen del espacio interno de la construcción. A esta relación se le llama relación del cambio de aire n50 y su límite se indica en la tabla 3.1.3.b del HE-1.
Siendo la compacidad la relación entre el volumen encerrado por la envolvente térmica y las superficies de intercambio térmico.
En el anejo H del CTE-HE se exponen los dos métodos para determinar la relación del cambio de aire n50:
1º Método: Mediante valor de referencia
Se calcula la relación de cambio de aire de proyecto mediante la aplicación de la siguiente formula:
Donde Ao y Ah son las superficies de las partes opacas de la envolvente térmica y la superficie de los huecos de las ventanas. Es decir, son las superficies en contacto con el aire exterior (se excluyen las superficies de la envolvente en contacto con el terreno y con espacios adyacentes). C0 y Ch son los coeficientes de caudal de aire de la parte opaca de la envolvente (16 m3/h m2 para edificaciones nuevas o con permeabilidad mejorada o 29 m3/h m2 para edificaciones existentes) y la permeabilidad de los huecos de la envolvente (ver tabla 2).
El volumen a considerar es el volumen interno de la envolvente térmica. Es decir, el volumen de aire interior.
Una vez aplicada la formula, pueden suceder dos escenarios:
1º Escenario: El valor no cumple el límite establecido de la tabla 3.1.3.b del CTE-HE1. Por tanto, no quedará más remedio que realizar un ensayo de puerta soplante en obra, para confirmar que el valor real n50 es menor que el valor límite n50 establecido por la tabla del CTE.
2º Escenario: El valor cumple con el límite establecido en la tabla 3.1.3.b del CTE-HE1. En este punto no sería necesario realizar el ensayo de puerta soplante, ya que, a nivel teórico la envolvente es lo suficientemente hermética. Pero es aquí donde quiero hacer hincapié, porque el cumplimiento es a nivel teórico y no práctico. Es decir, si no se utilizan las soluciones constructivas necesarias y no se realiza el ensayo de puerta soplante para comprobar la conformidad de la ejecución, es probable que el valor de relación del cambio de aire n50 real difiera del valor n50 teórico, y por tanto estar asumiendo como directores de ejecución de obra, una ejecución deficiente en el certificado final de obra.
Por todo ello, siempre es más que recomendable, como directores de ejecución de obra, confirmar el adecuado diseño y ejecución de las soluciones de permeabilidad mediante el ensayo de puerta soplante (Blower Door), ya que debemos garantizar la correcta ejecución de las soluciones de hermeticidad para cumplir con los valores teóricos del proyecto, siendo la única forma de determinar la correcta ejecución de la hermeticidad mediante la realización del ensayo evitando de esta manera asumir responsabilidades innecesarias.
2º Método: Determinación mediante ensayo
El anejo H del CTE-HE indica que, lógicamente, también puede determinarse el valor de la relación del cambio de aire a 50 Pa mediante el ensayo normalizado de puerta soplante, según el método B de la norma UNE UNE-EN 13829:2002. Esto es una errata del código ya que esta norma UNE está derogada por la norma UNE -EN – ISO 9972:2019
El ensayo de puerta soplante se realiza en dos fases de obra:
- Se realiza un primer ensayo, cuando está ejecutada la piel exterior de la envolvente térmica con todas las soluciones constructivas de hermeticidad ejecutadas y a la vista, y las ventanas colocadas. En este ensayo se obtiene un primer valor de relación de cambio de aire n50 y se comprueba que la ejecución de la hermeticidad es adecuada. En esta fase la DF puede tomar fácilmente medidas correctoras en caso de ser necesarias.
- El segundo ensayo, se realiza cuando la vivienda está terminada y es el valor definitivo de relación de cambio de aire n50. En esta fase es muy complicado y costoso solucionar los problemas de hermeticidad, por esto es recomendable realizar un primer ensayo con la piel exterior de la envolvente terminada.
Como hemos podido analizar, aunque la norma no indica la obligatoriedad de realizar un ensayo de puerta soplante si el valor teórico de la relación de cambio de aire n50 del proyecto es menor, que el límite establecido en la tabla 3.1.3.b – HE1. Es muy recomendable prescribir como directores de la programación del control de la calidad un ensayo de puerta soplante, para garantizar que el valor real de la relación del cambio de aire n50 se corresponde con el de proyecto y no asumir como directores de ejecución de obra soluciones o ejecuciones inadecuadas.
Por otro lado, creo que es imprescindible crear un capítulo de hermeticidad en las mediciones de los proyectos, donde se indiquen las partidas de las diferentes soluciones constructivas.
Javier Manuel Juárez Martínez
Arquitecto Técnico, colegiado 5.184.
Ceo de Tera Consultores de Ingeniería S.L.U, Laboratorio de Control de Calidad, especializado en ensayos de eficiencia energética, registro VAL-L-076